Con The Mars Volta en su punto más alto de popularidad y Omar Rodriguez-Lopez más encerrado que nunca en su mundo de progresiones imposibles, el vocalista Cedric Bixler-Zavala especuló hace unos días en una entrevista a Drowned in Sound con la posibilidad de que los miembros de At the Drive-In se reunieran nuevamente.
Se hace aún más extraña esta idea con Octahedron cerca, posiblemente el disco más alejado de aquella formación de post-hardcore que la pareja ha editado hasta la fecha. Digo todo esto porque, en su momento, la principal razón de la ruptura fue precisamente ese distanciamiento creativo entre el dúo y los otros miembros de la banda de El Paso.
Sin ser nada concluyente, asegura Cedric que se han producido algunas reuniones, y que una vez solucionadas ciertas cuestiones financieras, están dispuestos a dejar a un lado las rencillas personales para favorecer la llegada de una segunda etapa juntos. Queda claro que ahora mismo todo lo referente al futuro de esta agrupación se escribe en condicional.
Y a partir de aquí, mi corazón se divide en dos: el lado más conservador desea que Omar y Cedric sigan esforzándose al máximo con The Mars Volta como hasta ahora, y que el ritmo de grandes discos no cese; el otro lado, se emciona con la posibilidad de poder ver a At the Drive-In en vivo.
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